ANODIZACIÓN DE ALUMINIO

La anodización es un proceso de pasivación electrolítica que se utiliza para aumentar el espesor de la capa de óxido natural en la superficie de las piezas metálicas. El proceso se llama anodizado porque la pieza a tratar forma el electrodo anódico de una celda electrolítica. El anodizado aumenta la resistencia a la corrosión y al desgaste, lo cual proporciona una mejor adhesión a las imprimaciones de pintura y pegamentos que el metal desnudo. Las películas anódicas también se pueden utilizar para varios efectos cosméticos, ya sea con revestimientos porosos gruesos que pueden absorber tintes o con revestimientos finos y transparentes que añaden efectos de interferencia de ondas de luz reflejadas.

El anodizado también se utiliza para evitar el desgaste de componentes roscados y para fabricar películas dieléctricas para condensadores electrolíticos. Las películas anódicas se aplican más comúnmente para proteger aleaciones de aluminio, aunque también existen procesos para titanio, zinc, magnesio, niobio, circonio, hafnio y tantalio. El metal de hierro o acero al carbono se exfolia cuando se oxida en condiciones microelectrolíticas neutras o alcalinas; es decir, el óxido de hierro (en realidad hidróxido férrico u óxido de hierro hidratado, también conocido como óxido) se forma mediante picaduras anóxicas y una gran superficie catódica, estas picaduras concentran aniones como sulfato y cloruro que aceleran la corrosión del metal subyacente. Las escamas o nódulos de carbono en hierro o acero con alto contenido de carbono (acero con alto contenido de carbono, hierro fundido) pueden causar un potencial electrolítico e interferir con el revestimiento o el enchapado. Los metales ferrosos comúnmente se anodizan electrolíticamente en ácido nítrico o mediante tratamiento con ácido nítrico fumante rojo para formar óxido de hierro (II, III) negro duro. Este óxido permanece conforme incluso cuando se recubre el cableado y el cableado está doblado.


Comentarios

Entradas populares