¿QUÉ ES LA PASIVACIÓN?

Es un proceso químico que se utiliza para reducir la reactividad de los materiales, especialmente los metales, y mejorar su resistencia a la corrosión. Este tratamiento funciona formando una capa protectora de óxido sobre la superficie del metal que actúa como barrera, evitando una mayor oxidación y corrosión.

La pasivación garantiza que los componentes puedan mantener su rendimiento e integridad estructural en condiciones ambientales adversas en el sector aeroespacial. En los equipos médicos, el tratamiento de pasivación previene la corrosión y garantiza la esterilidad y la seguridad. En la industria de alimentos y bebidas, la pasivación ayuda a evitar la contaminación y a garantizar la higiene y la seguridad del producto. La pasivación protege los componentes electrónicos de la corrosión, lo que garantiza su fiabilidad y rendimiento a largo plazo.


¿QUÉ FACTORES AFECTAN EL EFECTO DE PASIVACIÓN?

El efecto de pasivación se ve afectado por muchos factores, entre los que se incluyen principalmente los siguientes aspectos:

 

Tipo de metal: Existen distintos tipos de metales aptos para los métodos de pasivación. Algunos metales tienen una mejor resistencia a la corrosión, mientras que otros requieren un tratamiento de pasivación para mejorar su resistencia a la corrosión.

Calidad de la superficie: La planitud, limpieza y rugosidad de la superficie del metal afectarán directamente el efecto de pasivación. La presencia de suciedad, óxidos u otras impurezas en la superficie puede reducir el contacto entre el pasivador y la superficie del metal, lo que afectará el efecto de pasivación.

Selección del agente de pasivación: los distintos agentes de pasivación se adaptan a distintos metales y requisitos de pasivación. La elección del agente de pasivación adecuado puede mejorar el efecto de pasivación.

Proceso de tratamiento: los parámetros del proceso de pasivación, como la temperatura, el tiempo de remojo, la concentración, etc., también tienen un impacto esencial en el efecto de pasivación. Un buen proceso de tratamiento puede garantizar que el agente de pasivación actúe por completo sobre la superficie del metal para formar una película de pasivación uniforme y densa.


¿QUÉ METALES NECESITAN PASIVACIÓN?

Acero inoxidable: La pasivación se realiza habitualmente en el acero inoxidable para mejorar su resistencia a la corrosión al promover la formación de una capa protectora de óxido en la superficie. Las soluciones de solubilidad que se utilizan habitualmente para el acero inoxidable incluyen soluciones a base de ácido nítrico, como las formulaciones a base de ácido cítrico o ácido nítrico. Estas soluciones eliminan los contaminantes de la superficie y promueven la formación de una capa de óxido pasiva.

 

Aluminio: La pasivación se puede aplicar al aluminio para mejorar su resistencia a la corrosión, en particular en aplicaciones aeroespaciales y marinas. Las soluciones de pasivación de aluminio suelen contener cromatos o fosfatos. Estas soluciones ayudan a eliminar las impurezas de la superficie y mejoran la capa de óxido natural en las superficies de aluminio.

 

Titanio: El titanio puede someterse a tratamientos de pasivación para mejorar su resistencia a la corrosión, la oxidación y la erosión en diversas aplicaciones industriales y aeroespaciales. Las soluciones de pasivación para titanio suelen contener agentes oxidantes potentes, como ácido nítrico concentrado o una mezcla de ácidos nítrico y fluorhídrico. Estas soluciones eliminan los contaminantes y promueven la formación de una capa de óxido estable sobre la superficie del titanio.

 

Inconel: La pasivación a veces se utiliza para aleaciones de Inconel, que son altamente resistentes a la corrosión pero pueden beneficiarse de tratamientos de superficie adicionales para aplicaciones específicas.

 

Hastelloy: Las aleaciones de Hastelloy, conocidas por su excelente resistencia a la corrosión, pueden pasivarse para mejorar aún más su rendimiento en entornos agresivos.

 

Aleaciones de cobre: ​​ciertas aleaciones de cobre, como el latón y el bronce, pueden requerir pasivación para protegerlas contra el deslustre y la corrosión. Las soluciones de pasivación para el cobre suelen implicar formulaciones ácidas para eliminar los óxidos y contaminantes de la superficie.

 

Acero al carbono: El acero al carbono es más susceptible a la corrosión que el acero inoxidable, pero también puede someterse a tratamientos de pasivación para mejorar su resistencia al óxido y la oxidación. En el caso del acero al carbono, las soluciones de pasivación pueden implicar formulaciones ácidas para eliminar el óxido y otros contaminantes de la superficie, seguidas de tratamientos para promover la formación de una capa protectora de óxido.




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